Azul,
como las noches de verano,
un azul limpio,
y brillante.
Ácido,
pero del bueno,
del de las gominolas con pica.
Ácido,
pero del dulce.
Suave,
como el tacto
del jersey de lana favorito,
el que te abr-iga,
y te abr-aza.
Desafiante,
como los riffs que
se niegan
a que acabe la canción,
y te arrastran,
con ellos.
Soñadora,
como un niño
en una mañana de
Navidad.
Soñadora,
que reescribe sus historias,
y te las cuenta,
con caricias.
Volcánica,
pero,
amorosa.
Irascible,
y cosquillosa.
Eres mi gato en el tejado,
- dicen los amaneceres -
mi amarillo,
según Espinosa.
y mi persona,
según Grey.
Y si de algo puedo estar segura,
es de que eres
mi mejor parte.
- Cuando te caen veintiuna primaveras y no puedo estar a tu lado para hacerte un placaje,
lo único que me queda es hacer una cuenta atrás,
de los días quedan para verte, de las historias que tengo que contarte,
y de los abrazos que se te han acumulado para darme.
Cuando son ya tres cumpleaños los que he tenido el placer de felicitarte,
y por mucho que te quejes de cumplir años,
mi querida Peter pan,
Sinceramente espero poder tener el honor de seguir haciéndolo
muchos años más. -
Ya cuando vuelvas brindaremos por lo vivido, lo presente,
y lo que nos tocará vivir.
Feliz 21 primaveras, Silvia.
El placer de conocerte siempre será mío.
Te quiero.
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