Este domingo va a ser otro
de los tantos que deberían saltarse directamente
en el calendario.
Domingos de ansiedad,
de soledad,
de agobio,
y de volver a verse cual tigre enjaulado,
arrastrándose por las paredes,
buscando una salida,
que no existe.
Este domingo va a ser otro,
de los de reorganizarse
ideas,
y reconstruir - otra vez -
esquemas mentales,
que parecen
a punto de caer.
Este domingo va a ser otro
de los de recordar(te),
de los de empezar a buscar explicaciones,
en la taza del té,
la mirada perdida contra la pared,
deseando que pase el tiempo,
o aparezcan fuerzas,
de debajo de la piel.
Este domingo,
va a ser
otro,
otro más,
de los que rabian,
y pican,
bajo el sentido común.
Digamos que,
sin necesitar más de lo poco
que me cabe en los bolsillos,
sigo viendo cómo la gente
va tirando migas de pan por el camino,
y quejándose de que no puede más.
Digamos que,
a pesar de las ganas
grandísimas,
de mandarlo todo a tomar viento fresco,
puedo decir,
que nunca bajé la guardia,
y que seré único soldado,
contra el sol,
pero si no me dejan mirar hacia el cielo,
me buscaré las vueltas,
para traspasar las nubes.
Y si hay que volar,
habrá que ir cogiendo fuerzas.
Las alas son dos,
aunque yo esté sola.
Ya puede olvidarme hasta la sombra,
que para saltar,
no necesito nada más que
coger aire,
y la rabia de unos cuantos riffs de guitarra.
Eh,
no te comas la cabeza con despedidas,
la cuenta la pago yo,
y el mundo sabe que si me voy,
no pienso mirar atrás.
Este domingo va a ser otro
para poner entre comillas y,
digamos que,
no es falta de fuerza,
sino derechazos inesperados,
que te hacen perder el equilibrio.
My pleasure,
a pesar de todo.
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