miércoles, 14 de marzo de 2012

Breath underwater.


Eres como una sala de espejos. Si, esa es tu definición. Bueno, como base diriamos que eres transparente. ¿O no? Juegas con el agua para adaptarte a las situaciones, y con los cristales para volverte inaccesible. Cuando quieres que nadie te encuentre ahí es cuando aparece la sala de los espejos. Hay mil imágenes tuyas, pero nadie te encuentra si no quieres. Puedes esquivar, y marear a quién quieras. Puedes ser fría cual hielo, y te esfumas como el vaho. Juegas con las luces, y consigues el mejor reflejo con solo pensarlo. Vas sola, luchando con lo que se te pone por delante y el reflejo de las gafas de sol es siempre impermeable. Nunca se escapa nada. Pero llega un momento que te planteas si no va siendo hora de que en la sala de espejos entre alguien a quien puedas dejar que conozca tus debilidades. Y aprenda a bucear contigo.

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